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Marchamalo ha acogido estas jornadas sobre el empleo de cubiertas vegetales en las cosechas con el fin de conocer cómo mejorar los rendimientos agrarios con el uso de este sistema.
Los estándares de calidad de los productos son cada vez más altos. Ante ello, el uso de semillas certificadas garantiza el cumplimiento de estos parámetros, además de contribuir con la sostenibilidad de los cultivos.
La adecuada elección de las semillas certificadas y el tiempo favorable permiten estimar que los rendimientos de las cosechas superarán los 6.500 kilos por hectárea.
Optar por nuevas variedades de ciclos cortos para aprovechar una pluviometría cada vez más corta es esencial para garantizar una buena campaña.
En campos de ensayo localizados en Ávila, Palencia y Burgos, los agricultores han comprobado cómo responden las distintas variedades en el terreno con el fin de conseguir una mayor rentabilidad de los cultivos y prevenir enfermedades y plagas.
Valladolid ha acogido a numerosos profesionales del sector agrario para conocer las últimas innovaciones tecnológicas en este tipo de cultivos y comprobar cómo están evolucionando las nuevas variedades.
Todo agricultor que reutilice una variedad de semilla protegida tiene la obligación de declararla y debe exigir al acondicionador una factura en la que aparezcan todos los datos detallados.
La última edición de los Premios Surcos ha hecho entrega del galardón en la categoría de Agricultores Contra el Cambio Climático (AC3) a Rodrigo Gil (Palencia), quien ha agradecido la distinción asegurando que «este premio representa a todo el sector».
Mayo siempre ha sido el mes de la siembra del girasol, pero las semillas certificadas ya permiten sembrar en abril e incluso en marzo. Esta siembra temprana permite adelantar el ciclo de vida del girasol y aumentar su talla.
Las lluvias y la humedad traen consigo el riesgo de enfermedades en los cultivos. Sin embargo, las nuevas semillas certificadas cuentan con una mejor defensa ante los hongos.
El uso de las nuevas técnicas de mejora vegetal tiene como objetivos abaratar la cesta de la compra, disponer de alimentos saludables y permitir la autosuficiencia en Europa.
Las empresas multiplicadoras de semillas advierten de la importancia de comprar las semillas adecuadas para cultivar, especialmente en este año marcado por las difíciles condiciones climatológicas.
Las malas hierbas pueden arruinar una cosecha e incluso comprometer varias campañas. En este sentido, las semillas certificadas son una gran herramienta para hacer frente a este problema.
Esta formación se enmarca dentro de la iniciativa de Agricultores contra el Cambio Climático para apoyar el talento rural y formar a los futuros gestores agrarios e investigadores.
Para cumplir con la normativa establecida sobre estas semillas, los agricultores deben declarar cuándo se utiliza una variedad protegida y pagar una retribución económica dirigida a financiar la investigación.
La Unión Europea ya trabaja para reglamentar estas técnicas que permiten realizar pequeñas modificaciones en las semillas para asegurar el rendimiento de los cultivos ante condiciones climáticas adversas.
Las casas de semillas mantienen sus líneas de investigación en el desarrollo de nuevas variedades igual o más productivas que las actuales y que cada vez se adaptan mejor a las condiciones del entorno.
La sequía está provocando una caída del 50% en la producción de alfalfa en España ante la alta demanda del mercado internacional y su nivel de precios en nuestro país dificulta la exportación.
El agricultor que compra semillas certificadas está financiando la mejora genética de las variedades para que los cultivos se adapten mejor a los climas adversos.
Desarrollar una semilla a la carta es complicado. Los trabajos en el campo y en los laboratorios adquieren la misma importancia en todo el proceso, el cual desemboca en los más de 100 campos de ensayo que existen en España.
Los agricultores se han acercado a los campos de ensayo de Grijota para comprobar la respuesta de las variedades de semillas. Su desarrollo genético incrementa un 1% la producción anual en las explotaciones.
Los campos de ensayo del IRIAF (Instituto de I+D Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha) se emplean con el fin de estudiar la respuesta de las semillas certificadas en los cultivos.
Gracias a los avances que experimentan los cultivos, el campo es capaz de hacer frente a situaciones adversas como la sequía para cumplir con el objetivo de alimentar a toda la población.
Los investigadores estudian el comportamiento de las plantas para utilizar herramientas biotecnológicas con el fin de producir variedades más resistentes a las plagas y a las condiciones climatológicas adversas.
¿Qué significa certificar una semilla? Las nuevas variedades ofrecen un mejor rendimiento de los cultivos para hacer frente a la falta de lluvias.
Aunque el precio del abono ha descendido en el mercado, muy pocos agricultores lo han aplicado en sus cultivos debido a la sequía.
La sequía está aumentando la necesidad de desarrollar nuevas variedades de semillas certificadas más resistentes. ¿Qué tipo de agricultores son los que más apuestan por el uso de la tecnología en sus zonas de cultivo?
Los cultivos de cereal van bien este año, aunque las lluvias de abril y mayo van a resultar decisivas. ¿Por qué tiene sentido apostar por la semilla certificada?
A pie de campo, los productores de cereal ya notan los efectos de estas últimas lluvias en las siembras, que ahora esperan el frio con mucha mejor cara.
Los campos de ensayo se están centrando sobre todo en probar la resistencia de las últimas variedades comerciales frente al cambio climático. Es para los obtentores vegetales de semilla una de las principales urgencias en este momento.
Este es el momento del año en el que de verdad se puede apreciar el potencial que posee la semilla certificada. Ávila, Burgos y Palencia son las provincias en las que Agricultores Contra el Cambio Climático pretende demostrar sobre el terreno la resistencia que presenta la semilla.
En estos momentos se está comprobando como los profesionales agrarios que gestionan sus explotaciones como empresas, están pudiendo alcanzar la rentabilidad. Para llegar hasta ahí todo el sector tiene que ir evolucionando, para ello deben apoyarse en todas las mejoras que al sector están llegando.
La sequía, las altas temperaturas o las temporadas de lluvia son los problemas habituales del campo y el agricultor poco puede hacer. La única opción es la semilla certificada, ya que con ella es más fácil hacer frente a todos estos contratiempos.
Entrevista Antonio Catón, director de Cultivos Herbáceos en Cooperativas Agroalimentarias de España, donde se explica en qué consiste la iniciativa Agricultores Contra el Cambio Climático (AC3) y la importancia de luchar contra los efectos del cambio climático.
La orientación sostenible de las nuevas políticas agrarias, ahora con esta reforma de la PAC, presenta un desafío también para los productores de semillas. La superficie destinada a cultivos ecológicos ha crecido casi un 38% en los últimos cinco años, y roza ya en nuestro país los dos millones y medio de hectáreas. Lo que supone el 10% de la superficie agraria útil.
El municipio de Jadraque en Guadalajara, ha sido el primero de Castilla la mancha y el segundo de España, cuyo ayuntamiento se ha integrado como agente colaborador en el grupo agricultores contra el cambio climático. Una iniciativa que quiere ayudar a los productores agrarios a adaptarse a la nueva realidad que ya condiciona sus producciones, y también sensibilizar a toda la sociedad.
La semilla certificada empieza a salir de los almacenes a la espera de lluvias. Para los que vayan a sembrar, la clave está ahora en elegir el ecorégimen adecuado y las prácticas medioambientales más interesantes con la PAC para poder asegurarse su cumplimiento.
El ex ministro de agricultura ha dejado claro que, en el sector agrario, los conflictos vendrán dados por el cambio climático y sus consecuencias. Para hacerle frente se encuentra la investigación y el uso de la Semilla Certificada.
La posibilidad de que la Unión Europea extienda la liberación de la siembra en barbecho e incluso la suspensión de la rotación obligatoria para la próxima campaña de cereal de invierno podría aumentar la superficie en nuestro país.
En Argecilla, los agricultores han podido probar a pie de campo las diferentes variedades de cebadas que se han sembrado en esos campos y valorar su comportamiento frente a los componentes de rendimiento.
La investigación en variedades de trigo más resistentes a la sequía es clave para que el impacto del cambio climático en la agricultura no termine notándose en el pan de cada día.
Los agricultores pueden reducir los costes en sus explotaciones empezando por la importancia de elegir bien la semilla. Por ello, las decisiones no se pueden dejar nunca al azar.
La Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha ha confirmado el incremento de las semillas de girasol este año. Un 17% más, al superar con más de 26 mil hectáreas nuevas. Estos campos se concentran en Cuenca y Guadalajara.
La sociedad demanda productos seguros, sanos, sostenibles y a un precio asequible. Hay que optar por la investigación para beneficiarse de lo que la mejora vegetal puede aportar.
La semilla certificada responde muy bien en campañas buenas y también en campañas complicadas, pero es que, además, sus beneficios van mucho más allá. Son unas semillas que responden aún cuando todos los parámetros climáticos del año están en contra del agricultor.
La sequía ha provocado que muchos cultivos se encuentren en un punto crítico. Posee una gran importancia la semilla certificada para poder hacer frente a las condiciones climatológicas extremas y poder sacar adelante las producciones.
La mejora de las variedades es fundamental para la agricultura ya que la rentabilidad depende de esta. La semilla certificada ofrece las garantías posibles de una buena cosecha.
La semilla certificada de cultivos herbáceos se someten a análisis de potencial de rendimiento bajo diferentes condiciones orográficas y climáticas para encontrar el momento óptimo de siembra de las distintas variedades.
Cerca del 90% de la cerveza consumida en España se elabora a partir de cebada. Con una buena semilla certificada se consigue una muy buena calidad maltera y, en definitiva, una buena cerveza.
Hacer las cosas bien y tal y como indica la ley es algo que, en el caso de la semilla certificada, te garantiza un mejor resultado en el campo y la seguridad de que, ante cualquier inspección, tendrás la respuesta válida.
Entrevista a Javier Álvarez, técnico de Cultivos Extensivos de ANOVE, y a Pablo Cortés, agricultor de la Cooperativa de Sádaba, sobre la semilla certificada, siendo ésta el único producto que puede adquirir el agricultor con una garantía.
El escenario de lluvias que ha tenido lugar estos últimos meses, ha supuesto un alivio para el campo. A pesar de ello, los escenarios tan cambiantes que tienen lugar a causa del cambio climático, ponen en valor la importancia de hacer una buena selección de Semilla Certificada.
La campaña de cereal asoma con buenas previsiones a pesar de los impactos climáticos, que son el principal condicionante de las producciones y por eso los agricultores demandan semillas más resistentes para estabilizarlas.
El sector y todos los condicionantes que influyen en el rumbo de la cosecha están cambiando. Cada año, el aspecto meteorológico complica más el poder sacar adelante una buena campaña y solo el uso de semilla certificada puede garantizarla.
El agricultor tiene que mirar los gastos que hará sobre los cultivos. Debe hacerlo desde el presente y mirando siempre hacia el futuro. De nada sirve ahorrar algo con la elección de la semilla si luego el coste del tratamiento se va a disparar.
El sector de la Agricultura vuelve a mirar a la PAC como instrumento para garantizar en Europa una agricultura productiva, capaz de abastecer las necesidades crecientes de la población. Se reabre el debate sobre la capacidad productiva de España.
El cambio climático está cortando el calendario de siegas y las semillas se adaptan para no perder rendimiento. Junto al clima, las plagas son el otro gran condicionante de la cosecha.
Optar por semilla certificada es garantía de éxito y el agricultor debe prestarle especial atención. Los motivos de que esto sea así son diversos. Años de investigación o de pruebas en el campo son la llave que garantiza un buen resultado.
La calidad de las semillas es fundamental. Las lluvias han impulsado una buena nascencia del cereal, de hasta el 85%, pero más allá de lo que traiga el tiempo, el uso de semilla certificada es una garantía.
En Octubre se celebra el día de la mujer rural, una figura representativa en el campo. Carolina demuestra mediante un proyecto los beneficios del uso de semilla certificada.
En el sector agrícola el objetivo es conseguir explotaciones más rentables y sostenibles y para ello hay que producir más utilizando los menores recursos posibles. Para conseguirlo, la semilla certificada es la clave.
Los agricultores son conscientes de que hay que estar pendientes de la climatología y tomar decisiones para asegurar la rentabilidad. Las nulas precipitaciones han hecho que los rendimientos se hayan visto afectados.
El sector agrícola tiene la dificultad de que se trata de un negocio al aire libre. Sin embargo, hay decisiones que ayudan a obtener buenos resultados. De la elección de la semilla depende el éxito o el fracaso de la cosecha del agricultor.
El sector cerealista es clave en Castilla la Mancha y sus terrenos se han convertido en bancos de prueba de semillas certificadas para mejorar la calidad o encontrar nuevas variedades que se adapten al cambio climático y que sean más rentables.
El agricultor arranca la campaña mirando al cielo. El tiempo manda y preocupa el cambio climático. El uso de semilla certificada garantiza una buena germinación y, por tanto, una buena campaña.
En los premios Surcos se ha incorporado una nueva categoría, la categoría Agricultores contra el Cambio Climático, que busca premiar a aquellos profesionales agrarios que realizan un extra en sus prácticas medioambientales.
Es pronto para hablar de los rendimientos que se van a conseguir en esta campaña, pero al remitirnos a la anterior, las parcelas que utilizaron semilla certificada obtuvieron una mayor productividad que ascendió a los 1.000 kg/ha.
En España, tan solo un 32% de las semillas que se utilizan es certificada. En 2017 se firmó un convenio para mejorar la calidad de la semilla certificada mediante la investigación y dar a conocer las bondades y ventajas de su uso.
El modo de actuar del agricultor está cambiando y surge la duda de en qué se fija más, ¿en el precio o en los resultados? La solución está en decantarse por el uso de semilla certificada para obtener el mayor beneficio posible.
Uno de los objetivos primordiales del agricultor es conseguir alimentos de calidad y seguros. Esta es una meta que no se puede alcanzar si no se aplican unas prácticas agronómicas con las que se respete el medio ambiente.
El 15% de los gastos de un agricultor es para la semilla. Con esta inversión busca asegurar una producción suficientemente alta y rentable como para abastecer a toda una región y, por ello, apuestan por semillas certificadas.
Todas las decisiones tienen importancia, desde la semilla que utilizan hasta la maquinaria. No hay que olvidar que la base de todo es la semilla y esta debe ser certificada para correr el menor riesgo posible y garantizar el éxito.
El uso de semilla certificada es importante, pero para obtener éxito hay que controlar todas las practicas agrícolas que se hagan. No solo vale con una buena semilla, sino que es fundamental una buena preparación del terreno.
Las fábricas de pienso buscan herramientas para estabilizar el mercado. Las cosechas de cereal más regulares con mejores rendimientos y mejores parámetros de calidad son la clave y lo que demandan las fábricas de pienso.
Avanza el año agrícola y el campo comienza a pintarse de verde. Las características del terreno pueden ser muy variadas y el uso de la semilla certificada es lo que marca la diferencia desde el mismo momento de la siembra.
El uso de semilla certificada ha crecido en la última sementera en torno a un 10% en Castilla-La Mancha. Técnicos y Agricultores han analizado hacia dónde evoluciona la investigación y el desarrollo de nuevas semillas.
El cambio que el sector agrario está sufriendo está haciendo que el agricultor tenga que ir adaptándose. Al final, se trata de mejoras de las que ellos son los principales beneficiarios, como, por ejemplo, el uso de la semilla certificada.
Julio es uno de los meses más importantes del año. Llega el momento de entrar a cosechar y ver si el esfuerzo de todo el año ha tenido su recompensa. Elegir una buena semilla tiene todas las garantías posibles para alcanzar la efectividad buscada.
Las decisiones en el sector agrario son clave para un buen resultado final. Con la mirada puesta en obtener la mayor rentabilidad, son cada vez más los agricultores que apuestan por la semilla certificada para no correr ningún riesgo.
Nada es fruto del azar. Para el sector agrario, el trabajo y la investigación es fundamental para así poder sacar al mercado variedades capaces de adaptarse al terreno y al cambio climático y que sean a la vez más productivas.
Las semillas certificadas son sinónimo de seguridad en la producción y todo gracias a muchos años de trabajo e investigación, lo que ha hecho posible la creación de un producto a medida, capaz de adaptarse al terreno y al cambio climático.